viernes, 8 de febrero de 2008

Obsesion revelada




Una de las cosas que más me perturba del sentir diario es la repercusión de los hechos cuando acontence una "tragedia" en los medios y la opinión pública y la impronta que ellos dejan.


Cuando un hecho disvalioso ocurre en esta sociedad, que implique pérdidas de personas o bienes de valor y toma trascendencia periodistica, luego inmediatamente, ignoro el mecanismo de filtrado, es aprehendido por la opinión pública y se degenera.


Uno de los lugares más comunes de degeneramiento es el señalamiento casi obligado de la sociedad hacia el estado como máximo responsable de, como diría Spinetta, "todos los males del mundo".


Entonces vemos un hecho casi cotidiano, como son los choques en las rutas, la opinión pública sostiene, que la culpa es del Estado que no hace nada.


Exoneración de culpas más determinación de culpable mudo? Ni idea. Pero ese ejemplo se repite diariamente. Pensemos en ejemplos cotidianos como puede ser el aumento de alimentos, la falta de trenes, el caos vehicular, los piquetes, la violencia en el futbol, los cortes de tránsito, de todo tiene la culpa el Estado y casí diría en forma exclusiva, de acuerdo al "sentir popular".


Así pues leyendo un blog que me parece interesantísimo resume un libro de Vito Tanzi, un tano que laburó en el FMI y tuvo contacto continuo con la Argentina y elabora en su libro, un pensamiento que pensé que era exclusivo mío y lo veo y me siento relajado. No soy el único que piensa así.


En ese sentido, uno se siente un boludo acompañado.


El tema es así, a ver si lo explico claramente. El sostiene que "los argentinos le demandan al Estado un rol más amplio del que están dispuestos a financiar". Más allá de cualquier postura económica, que de eso hableremos luego, consultando a los que saben, es la postura continuamente demandante de los argentinos como sociedad al Estado para resolver problemas y a la vez queremos que no se meta en nuestras vidas.


Sería algo como "asfaltame la calle pero no me aumentes el abl", "encerra a todos los chorros, pero que no los tenga que bancar yo", "arregla el tránsito, pero no me digas donde y cuando tengo que manejar", "limpiame la basura, pero el basural lo quiero lejos!".


Queremos tener un Estado como Suecia pero "low cost". Quizá la solución no sea tener un Estado como Suecia, sino traer a los suecos como cuidadanos y nosotros irnos allá!!

Esta dicotomía es constante y no se percatan de la contradicción que sostienen. O si se dan cuenta de ello, bien que se hacen los otarios...


Pero como dice el Tango "ya sé, no me digas, tenés razón..." la culpa de todo, la tiene el Gobierno!!


Este tema continuara con diferentes variantes....

2 comentarios:

María dijo...

El argentino por regla general es bastante quejicoso.Lo se por esperiencia, mi marido es porteño, y se la pasa el día en una queja permanente.

Por cierto inauguro comentarios

Musgrave dijo...

Welcome to the blog jungle!!!